
“Sólo un pedazo de arena en un tablero”. Así calificó Ivan Poupyrev, a la más reciente creación de su fundación presentada por Google ATAP como Proyecto Soli.

Este proyecto será la recreación de todos esos elementos futuristas que nos han descrito con ambiciosa pasión en las películas de ciencia ficción. ¿Se imagina un reloj que pueda ser ajustado sin necesidad de tocar una pantalla, mover una perilla o a través de un comando de voz? ¿Qué tal, poder ajustar la frecuencia de la radio o seleccionar el tipo de música que se reproducirá en su iPod con tan solo juntar la punta del dedo índice y el pulgar?
Bueno, todo eso es posible gracias a Proyecto Soli, que utiliza Tecnología de Radar para detectar la intención del movimiento humano (específicamente de la mano) a un grado tan detallado que puede utilizar los sutiles movimientos del dedo para controlarlo. Observen el siguiente vídeo:
¡Fantástico! ¿No es cierto?, esta tecnología se asemeja mucho a la que utilizan las luces de sensores en casa o la oficina, cuando detectan el movimiento y de inmediato encienden las luces o al dejar de percibirlo vuelven a apagarlas. Sin necesidad de oprimir un solo botón. Pero mucho más avanzado, ya que esta Tecnología de Radar puede capturar hasta 10.000 fotogramas por segundo en tan sólo un pequeño chip y no depende de la temperatura corporal o de los cambios de luz para provocar la reacción, tampoco necesita de sensores infrarrojos con dispositivos piezoeléctricos que suponen un gran aparataje de equipos y mecanismos (como cámaras, ordenadores, multiplexores digitales, etc.) que puedan interpretar la información recibida para traducirla en la acción que se desea realizar.

Más que innovación, esto se convierte en el siguiente nivel del procesamiento de la información. “Esto es lo que hace a este enfoque tan prometedor: Es extremadamente confiable. No hay nada que romper, ninguna parte en movimiento, sin lentes…” apunta Poupyrev a propósito de las características del chip.
Por lo pronto, los kits de desarrollo comenzarán a distribuir los resultados este otoño, pero para su adquisición en el mercado se tendrá que esperar por lo menos dos años más.