
Si eres un emprendedor novel y las ventas de tu producto o servicio no están yendo como esperas, tal vez el problema no sea lo que vendes, sino cómo lo vendes. Toma nota de estos 5 errores de venta que la inexperiencia te puede llevar a cometer, ¡Y evítalos a toda costa!

Predicar sobre tu producto
Hablar sin parar de lo genial que es tu producto y de cómo va a resolver los problemas de tu cliente es terrible porque, ¿Cuáles problemas del cliente va a resolver exactamente si no escuchas primero las necesidades de este? Es entendible que habiendo trabajado tanto en desarrollar un producto para finalmente ponerlo a la venta quieras decirle al mundo entero lo bueno que es, pero hablar sin parar de él como si fuera un artefacto milagroso aturde a tus potenciales clientes, y te puede hacer perder ventas. La mejor forma de llegarle a un cliente es escuchando cuáles son sus necesidades, y luego hablarle de cómo tu producto puede satisfacer esas necesidades.
Falta de preparación
En tu mundo ideal, quieres que cada reunión se dé de esta manera: conversas con el cliente, le hablas de tu producto o servicio, este queda fascinado y te entrega su dinero. Lamentablemente, estás en el mundo real y los clientes te pueden solicitar cualquier cosa, por ejemplo, un paquete distinto al que llevabas preparado, y como no tienes la información, te ves obligado a pedir una nueva visita.
Si dejas el trato abierto, habrás perdido la venta casi con seguridad: el cliente buscará otras opciones, y tal vez la nueva reunión que pediste no llegue a darse porque ya cerró trato con un competidor. Trata de imaginar todas las situaciones posibles y ve preparado.
Depender demasiado de las presentaciones
Seguro, una presentación de tu producto debe ser lo más detallada y profesional posible, pero debes evitar poner demasiado esfuerzo y atención en las diapositivas, ya que puede llevarte a dejar pasar las señales que envía el cliente que te podrían indicar cuándo estás cerca de cerrar el trato o cuando necesitas un nuevo enfoque.
Dar precios muy bajos
Cuando una empresa startup está comenzando, lo más lógico puede ser entrar al mercado con precios más bajos que los de los competidores establecidos para llamar la atención de los clientes; sin embargo, el consultor de negocios Miguel Figuera explica que al final puede salirte el tiro por la culata, ya que si tus gastos se incrementan, los beneficios que obtuviste de las primeras ventas pueden convertirse en pérdidas al no poder soportar el aumento de costes, y los aumentos de precios súbitos alejarán esos primeros clientes que ganaste. La idea es que te conozcan desde tus inicios como el mejor, no como el más barato.
Ofrecer una prueba gratis
Las muestras gratis sin tener garantía de una inversión casi nunca funciona, y terminan convirtiéndose en pérdidas de esfuerzo y dinero. Si no puedes cerrar un trato, no te empeñes en retener un cliente a toda costa, sigue adelante.